GUÍA SOBRE EL CAFÉ EN GRANO
El café en grano representa la esencia de un buen café. Para disfrutar de todo el aroma y sabor de un café recién hecho lo recomendable es moler el grano de café justo antes de infusionarlo.
La semilla del café
Los granos de café son las semillas de las bayas comestibles de la planta del café. El cafeto produce cerezas y los granos son las semillas, que se encuentran dentro de las cerezas.
Una vez recolectados los granos de café en las plantaciones se dejan secar y se obtiene el café en grano verde, que no es más que la materia prima con la que trabajan los tostaderos y que habitualmente no se comercializa al público.
Arábica: el mejor café en grano
Hay dos variedades principales de café en grano: arábica y robusta. El mejor café en grano es el de la variedad arábica, que se distingue por su gran riqueza en aromas y sabores.
Originario de Etiopía, es el más cultivado en el mundo. Su producción representa un 60% de la producción mundial de café.
También es el más caro, debido a las condiciones específicas de producción y recolección: se debe cultivar entre 800 y 2000 metros de altitud, en climas subtropicales, es muy sensible al calor y necesita mucha humedad.
El café de la variedad robusta, en cambio, tiene un sabor más intenso y más cafeína. A veces se mezcla con café arábica para conseguir una café con más sabor y cuerpo que el arábica pero más suave y menos amargo que el robusta.
Cuando hablamos de cafés Premium o gourmet, nos estamos refiriendo a cafés 100% variedad arábica. Son cafés que destacan por su aroma, cuerpo, color, acidez, dulzura y sabor, como el café Santa Cristina Maestría, el café especialmente pensado para baristas. Factores todos ellos que forman un equilibrio que hace destacar a este tipo de cafés por encima de la media.
Tueste natural
El café en grano natural no es el café crudo (no confundir con el café en grano verde), sino el café tostado y listo para moler. Se le llama “natural” para diferenciarlo del café torrefacto, un tipo de café tostado con azúcar que da como resultado un café muy oscuro, amargo y muy fuerte, con un ligero sabor a quemado.
El proceso de tueste del café es fundamental para que el resultado final sea un café excelente, suave y aromático.
Podemos distinguir entre tres tipos de tueste, con resultados diferentes:
Tueste ligero o claro: el resultado es un café de acidez pronunciada, en el que predominan los sabores de origen y con más cafeína.
Tueste medio: equilibrio entre acidez, dulzor y aroma al liberarse los aceites y caramelizarse los azúcares. Café con notas de caramelo y cacao, de sabor más intenso.
Tueste oscuro: se obtiene un café con mucha menos cafeína, se pronuncia el amargor y desaparecen la acidez y los matices herbáceos.
Los buenos cafés en grano y los más apreciados son los de tueste natural, como el café en grano de Cafés Santa Cristina, el preferido de los malagueños por su sabor intenso y balanceado.
Mejor en grano
Lo primero que debemos tener en cuenta si queremos disfrutar del auténtico sabor del café es que sea de buena calidad.
A continuación, tendremos que decidir entre café de grano o molido. A primera vista el molido puede parecer más cómodo de preparar, pero si realmente queremos saborear el aroma de un buen café es mejor decantarse por el café en grano.
El café en grano tiene una preparación más laboriosa pero el resultado final es mejor, ya que se prepara con la materia prima en su estado natural y por lo tanto el resultado es un café excelente.
Otra de las ventajas del café en grano es que se conserva durante mucho más tiempo que el molido. Una vez molido, el café se oxida rápidamente al entrar en contacto con el aire y pierde su aroma. De hecho, 15 minutos después de la molienda, pierde cerca del 60% del aroma.
Lo ideal es disponer en casa de un molinillo manual o eléctrico, comprar café en grano como el que elabora Cafés Santa Cristina, ya sea Santa Cristina Natural o Santa Cristina Suprema, y moler cada vez la cantidad justa que necesitemos. Así nos aseguramos disfrutar siempre de un buen café.